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Hubo un tiempo en que el muelle de Cádiz bullía de barcos, marineros, pasajeros y viajantes. Al calor de la actividad del puerto gaditano, allá por los años 40, florecían locales como el Salón Moderno, la Cueva del Pájaro Azul o el mítico Pay-Pay.
![](images/manos.jpg) En el Cádiz en blanco y negro de la posguerra, la entonces Sala de Fiestas Pay-Pay teñía de luces y colores el interior del barrio más antiguo de la ciudad.
Desde sus comienzos, la vida de aquel legendario Pay-Pay, que tantas inquietudes causaba a los puritanos de la época, iba paralela a la vida del muelle de Cádiz y, cuando los barcos ya no llenaban la dársena gaditana, las luces y los colores del viejo Pay-Pay se fueron apagando poco a poco. Esa tenue oscuridad no hizo que la leyenda del Pay-Pay cayese en el olvido, pero sí provocó que permaneciese aletargado varios años.
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Desde julio de 2.001, como si de un ave Fénix se tratara, aquella mítica sala de fiestas renació para transformarse en lo que hoy es: el Café Teatro Pay Pay, un local que se ha convertido en un fuerte referente del movimiento cultural de Cádiz y la Bahía. De miércoles a sábado, por el escenario del Pay Pay pasan desde cantautores a cuentacuentos, pasando por música en directo de todo tipo, espectáculos de draggs queen, flamenco… En definitiva, cualquier tipo de manifestación cultural tiene su tiempo y su lugar en el Pay Pay.
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Un consejo, atraviesen la red, naveguen hasta la Calle Silencio, en el barrio del Pópulo y déjense contagiar por el virus del amor a la cultura, el espectáculo y Cádiz.
Déjense pervertir por el Pay Pay.
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